Estados Unidos necesita incorporar 2.000 controladores aéreos este año
La FAA ha acortado el período de reclutamiento y aumentado los sueldos de los nuevos controladores
Los aeropuertos de EEUU están sufriendo los efectos de una infra dotación de personal en sus torres de control.
Aunque se trata de un problema que se lleva arrastrando desde hace varias décadas, todas las alarmas saltaban el pasado mes de Enero, tras el trágico accidente sufrido entre un helicóptero y un avión comercial en el aeropuerto Ronald Reagan de la ciudad de Washington.
Después de confirmarse que el ratio de llegadas a este aeropuerto era muy superior a la media recomendada por la FAA, desde el propio gabinete de presidencia de la Administración Trump se indicaba asimismo que el número de controladores aéreos tampoco era el adecuado para manejar dicha cifra.
Desde entonces, las cosas ni siquiera han mejorado en la torre de control del aeropuerto Ronald Reagan, ya que más bien se podría afirmar todo lo contrario.
Hace apenas unas semanas, una fuerte discusión verbal entre dos de los controladores que estaban en activo en ese momento en la torre del DCA, acababa en una pelea a puñetazos que requirió de la presencia de la policía y de los servicios sanitarios de emergencia.
Finalmente, el saldo del incidente a día de hoy se traduce en una investigación del suceso, que podría incurrir en responsabilidades penales, y uno de los controladores involucrados suspendido de empleo y sueldo.
Con el único fin de controlar los ánimos y la salud física y mental de los controladores del DCA, durante los próximos días se personará en el aeropuerto un equipo de especialistas en la gestión del estrés post traumático, que de manera confidencial hablarán con todos los profesionales que prestan sus servicios en la torre de control.
Como si el ambiente no estuviese ya suficientemente caldeado en la torre del aeropuerto de Washington, el presidente del subcomité de aviación, Jerry Moran, se despachaba hace unos días declarando ante el Senado de los EEUU que «en un período de 13 años no hubo ni un solo mes en el que no se produjera, como mínimo, un incidente potencialmente peligroso de proximidad entre helicópteros y aviones comerciales en el aeropuerto Ronald Reagan».
Urge incorporar a 2.000 controladores aéreos este año
Como ya informamos previamente, la Administración estadounidense decidía acortar el período de selección para los nuevos controladores, en un intento de incrementar a la mayor urgencia el número de incorporaciones.
Hasta finales del mes pasado, período límite para presentar la solicitud preceptiva de cara a las pruebas de acceso, la FAA ha recibido más de 10.000 peticiones de candidatos potenciales a controlador aéreo.
Todos ellos serán examinados y evaluados durante un período aproximado de 6 meses en la ciudad de Oklahoma, a la cual se tendrán que trasladar desde sus residencias actuales.
Durante el tiempo de duración de las pruebas, los candidatos percibirán un sueldo de 22,84 dólares por hora, casi 5 dólares más de lo que se estaba abonando el pasado año.
Las quejas previas de muchos de los candidatos, relativas al coste de la vida y alojamiento en Oklahoma durante su período de formación, han obligado a la FAA a incrementar la cantidad que se estaba pagando por hora.
Una vez concluído el proceso de selección, los candidatos pasarán a integrar uno de los cuatro grupos finales: No Recomendado, Calificado, Bien Calificado y Altamente Calificado.
Sólo los integrantes de los dos últimos grupos (Bien Calificado y Altamente Calificado), tendrán preferencia a la hora de graduarse y conseguir un puesto de trabajo como controlador aéreo.
Las nuevas incorporaciones que se produzcan durante este 2025, percibirán de entrada un sueldo anual de 60.000 dólares. A medida que vayan acumulando experiencia y horas de trabajo, esta cantidad se irá ajustando al alza progresivamente.
La maldición de Ronald Reagan
El antiguo mandatario estadounidense no tuvo precisamente una buena relación con los controladores aéreos de su país, y su nombre parece que sigue persiguiendo a día de hoy a este colectivo.
El 5 de Agosto de 1981, Reagan decidía terminar con una huelga general de controladores aéreos despidiendo a más de 11.300. Además, todos los afectados no podrían volver a trabajar para la Administración Federal.
Reagan consideraba que los controladores no tenían derecho a declararse en huelga, y haciéndolo incumplían su compromiso profesional, poniendo en peligro la seguridad del tráfico aéreo.
Este incidente derivó en una infra dotación de personal en todas las torres de control de los aeropuertos estadounidenses, que tardó años en llegar a normalizarse.
Debido a que el mismo problema se volvía a reproducir de manera cíclica, la FAA tomó la decisión de eliminar las restricciones de edad para los nuevos candidatos, que anteriormente no podían superar los 35 años, y también la de jubilación forzosa, establecida en 56 años improrrogables.
De hecho, el multimillonario Elon Musk animó hace un mes desde sus redes sociales a todos aquellos controladores que ya disfrutaban de un retiro y jubilación, a incorporarse nuevamente a sus puestos de trabajo, hasta que se alcanzase un número adecuado de profesionales en las torres de control.
Como era de esperar, esta petición no fue secundada y terminó cayendo en saco roto.
