Vueling se apunta a la nueva tecnología de «piel de tiburón»
La lowcost española ha firmado un acuerdo de colaboración con el fabricante australiano MicroTau
Las compañías aéreas siguen buscando sistemas que les permitan ahorrar combustible, uno de los gastos fijos que fluctúa en su precio de manera más significativa a lo largo del año.
En esta carrera tecnológica que puede marcar para las aerolíneas la diferencia entre ganar o perder dinero, la estadounidense Delta Air Lines y la alemana Lufthansa, han sido las primeras en comenzar a utilizar un nuevo sistema bautizado como «piel de tiburón» (sharkskin), o «tiburón aéreo» (aeroshark).
Según indica la firma australiana que comenzará a trabajar conjuntamente con Vueling, las aeronaves comerciales consumen prácticamente la mitad de su combustible para lograr vencer la resistencia que el fuselaje ofrece cuando se desplazan dentro de la masa de aire.
Con el fin de minimizar esta resistencia, que deriva de la fricción entre las distintas partes del fuselaje que se desplazan a gran velocidad a través de la atmósfera, MicroTau propone la aplicación de una película sobre las mismas, compuesta por múltiples ranuras microscópicas y diversos componentes químicos, que imitan una textura similar a la piel de un tiburón.

Al parecer, la idea original surgió precisamente tras estudiar los movimientos súbitos que los escualos son capaces de realizar dentro del agua a gran velocidad. Los científicos involucrados en estos trabajos, llegaron a la conclusión de que la textura de la piel de los tiburones contribuía en gran manera a facilitar sus desplazamientos bajo la superficie.
Siguiendo esta teoría, el trabajo a realizar en los aviones consiste en aplicar una capa de película sobre su fuselaje, que pesa en total unos 70 Kg para las aeronaves más pequeñas, pero que puede llegar hasta los 300 Kg en las más grandes.
Esta película reduciría la resistencia del aparato una vez en el aire, lo que se traduce en un ahorro del 4% de combustible y por consiguiente de las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Además, los aviones que utilicen este nuevo sistema también incrementarían su alcance y autonomía.
En un principio, como decíamos anteriormente, ha sido la estadounidense Delta Air Lines la primera en comenzar a utilizar este sistema, en algunos de sus aviones modelo Boeing 767.
La fuerza aérea estadounidense también se ha apuntando a esta nueva tendencia y actualmente se encuentra realizando diversas pruebas sobre un Lockheed Martin C-130J.
En el Viejo Continente, Lufthansa y el gigante químico BASF han desarrollado su propia tecnología de «piel de tiburón», en este caso bautizada como AeroShark.
De este modo, Vueling se convertiría en el primer cliente europeo de la firma MicroTau, aunque de momento no se ha especificado cuándo se comenzaría a aplicar la tecnología de «piel de tiburón» sobre su flota de aviones.