Aerolíneas

Primer piloto comercial condenado en un tribunal por no mantener un adecuado contacto por radio con los servicios de control aéreo

El piloto afectado tendrá que abonar una sanción económica de 4.500.- libras esterlinas

El pasado 5 de Febrero de 2024, un Airbus A320 con matrícula EI-SIU se encontraba operando la ruta entre las ciudades de Oslo y Manchester.

La aeronave, perteneciente a la flota de SAS Escandinavian Airlines, volaba sobre el Mar del Norte a una altura de 38.000 pies, equivalente a unos 11.5 kilómetros, cuando perdió el contacto por radio con los servicios de control aéreo británicos.

Esta situación se mantuvo durante más de 30 minutos, lo que provocó que la RAF activase su servicio de Alerta de Reacción Temprana (QRA), enviando a dos cazas del modelo Eurofighter Typhoon con el fin de interceptar el aparato de SAS.

Este tipo de protocolos se siguen en la mayoría de los espacios aéreos, ante el temor de que terceras personas puedan haber accedido a la cabina del avión con fines delictivos, o se haya desencadenado una emergencia a bordo que impida a la tripulación contestar a las llamadas por radio que realizan los controladores aéreos.

Una vez interceptado por los cazas de la RAF, el aparato fue obligado a mantener un patrón de espera sobre la ciudad de Newcastle, antes de ser autorizado finalmente a tomar tierra en el aeropuerto de Manchester.

El servicio de control aéreo que opera en el Reino Unido, conocido como NATS (National Air Traffic Services) fue el encargado de notificar la incidencia a la Autoridad de Aviación Inglesa, que calificó la misma como grave.

La Autoridad Civil de Aviación inglesa (CAA) consideró que la actuación del piloto al mando, Christopher Hollands de 58 años de edad, contravenía lo dispuesto en el SERA 8035 (Sección 8 – Servicios de Control Aéreo) y en el artículo 265 (7) de la Air Navigation Order 2016.

Por primera vez, el máximo organismo inglés competente en materia de aviación civil, decidía presentar una denuncia por los hechos ocurridos ante un juzgado de la ciudad de Manchester, que se haría cargo de la investigación correspondiente.

Primera condena a un piloto comercial por estos hechos

En la audiencia celebrada el pasado 25 de Marzo en el Manchester Magistrate´s Court, Christopher Hollands se declaraba culpable de los hechos imputados, siendo condenado al abono de una sanción por importe de 4.511,00.- Libras Esterlinas.

Se trata de la primera ocasión en la que la CAA lleva a un piloto comercial ante un juzgado, por no responeder a las llamadas por radio realizadas desde los servicios de control aéreo.

En su propia página web, la CAA en boca del responsable de operaciones de vuelo, Glenn Bradley, manifestaba que «Los incidentes de pérdida de comunicaciones que causan brechas de seguridad son motivo de gran preocupación tanto para nosotros, como regulador de la aviación, como para el Gobierno. La aviación es uno de los medios de transporte más seguros y depende de que los pilotos mantengan la comunicación por radio con el control de tráfico aéreo, a través de los canales estándar durante el vuelo. Seguimos trabajando con los pilotos, las aerolíneas y el Gobierno para reducir incidentes similares, incluyendo el procesamiento de los infractores cuando corresponda, para mantener la confianza en la seguridad de la aviación del Reino Unido».

De esta manera, la CAA lanzaba un aviso generalizado, alertando sobre la posibilidad de seguir llevando ante los tribunales a aquellos pilotos que incumplan la normativa relativa a las comunicaciones con los servicios de control aéreo durante el vuelo.

Una incidencia relativamente habitual

Aunque la pérdida momentánea de comunicaciones entre un avión comercial y los servicios de control aéreo no es algo raro, el hecho de tener que enviar a una patrulla de cazas militares para interceptar a la aeronave afectada, si es una situación poco frecuente en nuestros cielos.

avion interceptado por caza militar

En la mayoría de los casos, se trata de fallos mecánicos o eléctricos que imposibilitan durante un corto período de tiempo las comunicaciones, y son resueltos sin mayores consecuencias.

Los despistes por parte de la tripulación, derivados en algunas ocasiones de problemas a la hora de entender el idioma utilizado por los servicios de control aéreo, y en otras de la utilización de una frecuencia incorrecta, son también situaciones que raramente se producen a nivel internacional.

Además, ante una hipotética pérdida de comunicaciones entre un avión civil y los servicios de control aéreo, las tripulaciones cuentan con otros recursos para poder indicar si se trata de una emergencia o de un fallo en la radio, a través de diversos códigos introducidos en el transpondedor.

Actualmente, los aviones más modernos también pueden mantener contacto vía satélite con sus propias bases, confirmando cualquier tipo de inconveniencia que pudiese surgir durante el vuelo.

Aunque a día de hoy no han trascendido los detalles del juicio celebrado en Manchester contra el piloto de SAS, la manera en la que ha sido tratado este asunto invita a pensar que existen diversos factores que podrían haber llevado a tomar la decisión de seguir un procedimiento judicial.

En primer lugar, la duración del corte de comunicaciones, que en este caso se prolongó durante más de 30 minutos, es realmente una señal de alarma que va a ser tomada como una amenaza potencial por parte de cualquier país.

Cabría la posibilidad de que la tripulación no fuese consciente de este hecho, por lo que no habría utilizado el resto de recursos a su disposición para alertar a los servicios de control aéreo de un fallo en la radio.

En todo caso, parece más que evidente que este asunto ha marcado un antes y un después a la hora de valorar este tipo de incidencias, de momento en lo que se refiere al espacio aéreo del Reino Unido.

Hasta ahora, tras aperturarse la investigación correspondiente, lo máximo que se podría esperar era una sanción administrativa contra la aerolínea, o que esta hiciese lo propio contra su tripulación. En ningún caso, se había barajado la idea de llevar a los pilotos frente a un juez.

Estaremos atentos a todo lo que pueda suceder a partir de este instante, pero dados los precedentes que se han abierto, no serían descartables más procedimientos judiciales contra pilotos comerciales por incidencias similares.

Suponemos también que los sindicatos y agrupaciones de pilotos profesionales de avión tendrán que decir algo al respecto, ya que en muchas ocasiones las pérdidas de comunicaciones surgen por causas no atribuíbles a las tripulaciones, y si estas cumplen con los protocolos correspondientes no deberían de atribuirles responsabilidades civiles o penales.

Carlos Lavilla

Analista del sector turístico y aéreo. Piloto privado de avión.